Si alguno de los síntomas que acabo de describir, hacen que tu día a día resulte muy difícil contacta conmigo.
No atravieses este proceso tú solo.
Lo has intentado por todos los medios. Has pedido ayuda, has ido a asociaciones, a centros de rehabilitación…sin embargo las ganas de consumir o de jugar son cada vez más fuertes, hasta que llega el día que lo vuelves a hacer. Entonces te invade la culpa, la tristeza y la desolación. Te sientes un fracasado, en unos segundos has tirado por la borda meses o años de trabajo y de lucha. Sin embargo…es muy difícil vivir con esa culpa y tener que luchar todos los días con tus demonios.
Lo has intentado por todos los medios. Has pedido ayuda a amigos o familiares, has ido a asociaciones, a grupos de encuentro, centros de rehabilitación, te has autodenunciado…Sin embargo las ganas de consumir o de jugar son cada vez más fuertes. Es muy difícil vivir así luchando todos los días contra tus demonios.
Tal vez tus amigos también juegan o consumen. Quizás tengas una fiesta o un cumpleaños el fin de semana que viene, o tal vez has discutido con tu mujer o tu jefe. Estás atravesando un momento muy difícil, estás completamente hundido y piensas que consumiendo una vez más, o retomando el consumo después de mucho tiempo podrás llevar esta situación mejor. Tan sólo con una llamada o con bajar al bar puedes estar consumiendo o bebiendo con tus amigos…
..O tal vez sólo necesitas desbloquear tu teléfono móvil, y con un solo clic puedes estar jugando a la ruleta, al póker o haciendo una apuesta deportiva en cuestión de segundos. Pero, Qué difícil tiene que ser vivir todos los días así, no? No es fácil salir de esta situación con todos estos obstáculos en tu día a día, no crees?
De repente un día vuelves a consumir o a jugar, entonces te invade la culpa, la tristeza y la desolación. Te sientes un fracasado, en unos segundos has tirado por la borda meses o años de trabajo y de lucha. Puede que tu entorno también esté arto de esta situación, pero en muchas ocasiones tú eres el más duro contigo mismo.
Vamos a intentar hablar con la parte que juega sin juicio, con curiosidad y compasión, porque seguro que tiene una historia que contarnos. Seguro que lleva mucho tiempo contigo y que ha sido la mejor estrategia en momentos difíciles o que está protegiendo una herida o un trauma del pasado.
Después de varios años, por primera vez la parte se siente escuchada. Lleva muchos años trabajando sola y saliendo a la luz en momentos difíciles, y es que hubo ocasiones donde esa parte que juega o consume era la única manera de hacer frente a tanto dolor. Cuando validamos el trabajo de esa parte y le hacemos ver que todos queremos lo mismo que ella y es que tú te sientas bien, la parte se relaja y aparece tu verdadero yo, ese que llevaba tanto tiempo escondido, ese que pensabas que ya había desaparecido.
Yo voy a estar contigo en todo momento, sin juicios y con aceptación incondicional de lo que me traigas a consulta. A medida que la parte que juega o consume nos cuente su historia, podremos ir a las heridas del pasado que protege, al sanar esas heridas la parte poco a poco se dará cuenta de que ya no está sola y no tendrá que salir tan a menudo para protegerte. Poco a poco volverás a ser tú mismo y empezarás a sentirte mejor.
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