Si alguno de los síntomas que acabo de describir, hacen que tu día a día resulte muy difícil contacta conmigo.
No atravieses este proceso tú solo.
Puede que estés atravesando una mala racha o que ya sean varios meses o años sintiéndote mal. Puede que tengas síntomas leves o también puede que hayas pensado o intentado tirar la toalla.
Muchas veces intentamos salir de situaciones difíciles desde la parte lógica de nuestro cerebro y además nuestro entorno nos da consejos que no ayudan como:
Si fuera tan sencillo, sólo tendrías que levantarte de buena mañana y pensar «Voy a dejar de estar mal, y voy a ser feliz». En cuestión de segundos ya estaría tu problema solucionado.
Soy consciente de lo difícil que resulta para ti vivir esta situación, donde cosas sencillas como:
pueden ser un auténtico infierno.
Por eso en este espacio valido cualquiera que sea la situación que me traigas y empatizo con honestidad sobre lo que estás viviendo.
Puedes sentir tristeza y abatimiento, pero también puedes sentir irritabilidad, sensación de vacío o ser incapaz de tener ningún sentimiento. Es muy común también que no tengas emociones positivas o que no puedas disfrutar de las cosas de la vida.
Puede que sientas apatía y desmotivación, que hayas perdido la esperanza y no tenga sentido nada de lo que haces. Tu memoria, atención y capacidad de concentración también pueden resentirse.
Puede que no puedas dormir (entre un 70-80% de las personas padecen insomnio) o que estés cansado durante todo el día, sin hambre y sin ganas de hacer nada.
También puede que se hayan deteriorado tus relaciones con los demás, bien porque ya no te interesa la gente o bien porque la gente de tu entorno te ha rechazado y ahora te sientes sólo y aislado.
Para salir de esta situación tienes que bajar el ritmo y conectar con tu dolor, para que tu parte racional, tu cuerpo y tu corazón puedan descargar emociones y creencias limitantes que se construyeron debido a heridas y traumas del pasado.
A medida que tu cuerpo y tus emociones se expresan, te das cuenta de estrategias que no han funcionado, tu cuerpo se relaja y tu mente hace un clic (algo que en terapia llamamos insight). De repente te das cuenta de lo duro que has sido contigo mismo y que lo fueron los demás, y poco a poco recuperas la ilusión y la esperanza de poder vivir una vida plena. Nunca es tarde para intentarlo de nuevo y volver a empezar.
No atravieses este proceso tú solo.
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